Lo que comenzó en los años ochenta como un pequeño herbolario en Laredo, donde se elaboraban colonias naturales de forma artesanal, se convirtió, muchos años después, en una gran fábrica de cosmética ecológica y natural en Ramales de la Victoria (Cantabria), ubicado en un privilegiado entorno natural, rodeado de cultivos de plantas aromáticas y medicinales. Es un edificio respetuoso con el medio ambiente, alimentado con energía geotérmica y con un sistema de iluminación LED.