La piel grasa suele tener los poros dilatados, propensa al acné, a los granos y a los puntos negros. Y suele presentar una capa de brillo uniforme por toda la cara.
Estos son solo alguno de los rasgos más comunes sobre la piel grasa. Pero la pregunta es … ¿Cómo debemos cuidarla?
La piel grasa es uno de los problemas que más quebraderos de cabeza nos dan. A continuación, os compartimos 4 mitos famosos acerca de este tipo de piel y la explicación correspondiente.
1. LA PIEL GRASA NO NECESITA HIDRATACIÓN
La piel grasa produce más sebo del normal, ya sea por genética, cambios hormonales, estrés o una dieta inadecuada. Su aspecto brillante y grasiento hace que muchas veces pensemos que no necesita hidratación.
Pero una cosa son los lípidos (la grasa), y otra muy diferente es la hidratación (el nivel de agua). Una piel grasa puede estar deshidratada, es decir, con un nivel bajo de agua. Y si no la hidratas, esta sequedad empeora porque el organismo se confunde y aumenta la secreción sebácea, creando mayores problemas.
Asegúrate de elegir tus cosméticos adecuados. Elige Cosmeticos no comedogenios, es decir, que no obstruyan los poros. Con Activos seborreguladores, es decir con capacidad para regular la secreción sebácea y tratar los granitos y los brillos. Cicatrizantes y regenerantes. Nosotros te recomendamos utilizar la Crema Facial Equilibrante
2. LOS ACEITES FACIALES PROVOCAN ACNÉ
Los aceites faciales ayudan a hidratar la piel, mantener la humedad y evitar su evaporación. Además, fortalecen la barrera natural de tu piel, lubrican la dermis y la dejan con una sensación de suavidad.
Los aceites faciales no provocan acné. De hecho, algunos aceites vegetales con altas concentraciones en ácido linoleico, Omega 6, tienen un efecto seborregulador, antiinflamatorio y humectante como es el Aceite de Jojoba. Diferentes estudios demuestran que las pieles acneicas tienen una deficiencia en este ácido graso esencial, Omega 6, que el cuerpo no es capaz de producir por sí mismo, por lo que es necesario aportárselo de forma tópica. La capacidad humectante provoca la retención de agua transepidérmica, lo que contribuye a regular el exceso de sebo
El problema son los aceites refinados y derivados del petróleo que taponan y obstruyen la piel.
3. SI TIENES PIEL GRASA O ACNÉ NO DEBES USAR NINGÚN SÉRUM NI ACEITE FACIAL
La sensación grasa que tanto tememos no depende tanto del hecho de que utilicemos un aceite, sino de qué aceite concreto empleamos. Debemos apostar por formulaciones basadas en Aceites Vegetales de primera presión en frio que contengan propiedades seborreguladoras y antisepticas.
Los aceites vegetales pueden ayudar a controlar el acné. Aceites con alto contenido en Vitamina E ayudan a disminuir la inflamación y enrojecimiento además de prevenir cicatrices. Siempre y cuando sean aceites naturales de calidad.
Desde Taller Madreselva te recomendamos usar el Serum Facial Equilibrante con alta concentración de principios activos, combina los mejores 7 Aceites Naturales para prevenir y tratar de forma eficaz todas las imperfecciones del rostro como granos, espinillas, marcas, puntos negros y enrojecimiento. Equilibra, regenera, y regula la piel desde el primer día. Su agradable textura de rápida absorción no reseca, ni irrita, ni deja sensación grasa.
4. SI TIENES PIEL GRASA, NECESITAS UNA EXFOLIACIÓN INTENSA PARA ELIMINAR LA GRASA DE LA PIEL
Cuando despojas a la piel de toda grasa, la obligas a generar más sebo.
Es cierto que en comparación a otro tipo de pieles (como pieles secas o sensibles), la piel grasa resiste mejor a la exfoliación y puede aguantarlas con más frecuencia. Sin embargo, la clave es encontrar el equilibrio adecuado.
La exfoliación suave, puede limpiar la piel sin perturbar la microbiota. Nosotros te recomendamos usar la Esponja de Konjac Natural. Te ayudará a limpiar en profundidad el rostro retirando impurezas. Realiza una pequeña pero efectiva exfoliación que ayuda a eliminar las células muertas acumuladas durante el día. Estimula la circulación sanguínea y combate las bacterias.
