Una piel hidratada, suave y con aspecto saludable requiere una atención diaria. Sigue estos 3 tips para cuidar tu piel y notarás cómo te lo agradece.
#1. ESCUCHA Y OBSERVA
A menudo nos preguntáis por productos específicos que os han recomendado o habéis visto por redes sociales y tras escucharos nos damos cuenta de que quizá no son los más adecuados para vuestro tipo de piel o no se ajustan a los aspectos que queréis mejorar de ella.
Es importante no olvidar que, lo que funciona a unas personas, a veces no tiene por qué funcionar a otras. Y por esta razón es tan importante escuchar a nuestra piel, observarla durante unos minutos al día y determinar qué necesidades tiene.
¿Sientes que tu piel esta apagada y quieres que se vea más luminosa?
¿Aún no tienes claro si tu piel es mixta o está deshidratada?
¿Quieres equilibrarla y que esos brillitos que tan poco te gustan estén bajo control?
¿De verdad esas primeras arruguitas necesitan un tratamiento específico o quizá sólo sea necesario un buen protector solar y una correcta hidratación?
¿Necesitas exfoliar tu piel y a la vez sientes la piel tirante?
Son muchas las cuestiones que pueden aparecer, pero tratarlos todos a la vez es un error y, en ocasiones, contraproducente para nuestra propia dermis. Hay que saber priorizar, ir paso a paso y con paciencia tratando cada uno de los aspectos. Antes de decidirte por un producto, estudia tu piel, sus ingredientes y valora si son los adecuados para ti.
#2. DEDÍCATE TIEMPO. NOTARÁS LA DIFERENCIA
En nuestra vida diaria realizamos nuestras rutinas de belleza de forma precipitada, sin dedicar el tiempo suficiente a cada uno de los pasos y, ciertamente, el dedicarle tiempo es lo verdaderamente importante.
Lo recomendable es esperar un tiempo aproximado de 30 segundos-1 minuto y, principalmente, en los pasos de tratamiento, entre el tónico y el serum. Después, espera aproximadamente entre 1 y 3 minutos para aplicar la crema hidratante.
¿Qué logramos con esto? Nuestra piel tiene unos procesos de absorción y cada vez que le aplicamos un producto, ésta lo absorbe y procesa. Cuanto mayor tiempo le demos entre productos, más podrá asimilarla y sus efectos serán mucho mayores a largo plazo.
Además, lo más habitual es realizar la rutina facial una vez al día. ¿Por qué no probáis a hacerla dos veces? Cuando te despiertes, mímate y dedícate tu tiempo y antes de irte a dormir, utiliza productos con ingredientes más potentes para conseguir todavía mejores resultados. ¡Notarás un resultado increíble!
#3. EL ORDEN DE LA APLICACIÓN DE LOS PRODUCTOS SÍ IMPORTA
Empezar con la LIMPIEZA es esencial para retirar de la piel impurezas, maquillaje, sebo, polución ambiental y muchas otras sustancias que se adhieren a nuestra piel. Después, tenemos que seguir un orden de aplicación de los productos que le permita a nuestra piel absorber los ingredientes y potenciar sus activos. Por eso, es muy importante seguir un orden correcto en los pasos de nuestras rutinas de belleza.
El orden de aplicación debería fundamentarse por la untuosidad de las texturas; es decir, empezar con los más líquidas para terminar por los aceites, que sellan todo el tratamiento.
Si aplicamos un aceite antes de nuestro serum, nuestra piel no podrá absorberla ya que la densidad de este es mayor y no permitirá que penetre.
El orden más adecuado sería el siguiente: LIMPIEZA–TONIFICACIÓN–ACTIVACIÓN/POTENCIACIÓN-NUTRICIÓN E HIDRATACIÓN
Gracias a estos tips para cuidar tu piel, obtendrás mayores beneficios y mejorarás su aspecto visiblemente.