Con la exfoliación retiramos las células muertas y los restos de cosméticos y suciedad de nuestra piel, limpiándola en profundidad y ayudando a su renovación natural.
¿Cuáles son las ventajas de la exfoliación?
1- Mejora el aspecto general de la piel. Ayuda a eliminar impurezas y puntos negros, devuelve a la piel un aspecto más uniforme y le da un tacto suave.
2- Previene el envejecimiento cutáneo. Al ser una limpieza profunda, activa la circulación, ayuda a la renovación celular y favorece una mejor oxigenación de la epidermis, retrasando la aparición de arrugas y flacidez.
3- Renueva y purifica la piel. Una exfoliación semanal de todo el cuerpo estimula el sistema linfático y la liberación de toxinas a través de los poros de la piel.
4- Mejora la eficacia de los tratamientos cosméticos. La piel limpia y oxigenada tras la exfoliación aprovecha mucho mejor los beneficios de cualquier crema, tónico o serum.
5- Mejora el bronceado. Una piel exfoliada se broncea de forma más uniforme y duradera.
¿Cada cuanto hay que exfoliar el cuerpo y el rostro?
En la piel del rostro, cuello y escote, recomendamos una exfoliación suave una vez a la semana. En el resto del cuerpo, podemos hacer una exfoliación general una vez al mes en la época de invierno, y pasar a hacerla semanalmente cuando llega el buen tiempo. Exfoliar la piel el día antes de la depilación ayudará a que los vellos enquistados se retiren con más facilidad.
Hay que tener en cuenta:
1- Una exfoliación excesiva puede dañar la piel. Si tu piel es sensible o seca, utiliza menos productos abrasivos y evita los que contienen sales de mar.
2- Sólo debes usar el exfoliante sobre la piel húmeda y limpia; si lo haces sobre piel seca, puedes irritarla.
3- Nunca uses exfoliantes corporales para la cara, ya que son demasiado abrasivos.
4- Nunca exfolies tu piel si está quemada por el sol o tiene heridas abiertas.
¿Que producto de TALLER MADRESELVA puedes utilizar para una exfoliación óptima?
Nuestra Esponja Konjac Natural es un básico en las rutinas fáciles. Está elaborada con fibras 100% naturales. La raíz de Konjac es una planta de origen asiático que crece en lugares de gran altitud y cuya composición es un 95% de agua y el resto minerales. La raíz de esta planta se recolecta y se seca, para después molerla y generar así el polvo de Konjac. Después se mezcla con agua y se moldea para dar lugar a la esponja. Su superficie es rugosa y áspera, pero cuando entra en contacto con el agua y se humedece, se vuelve blanda y suave. Esto sucede por la capacidad de sus fibras naturales de capturar y absorber el agua para ir liberándola gradualmente mientras se usa., y su cometido no es otro que limpiar en profundidad la piel de tu rostro, además de realizar una pequeña exfoliación eliminando las células muertas e imperfecciones de tu tez de forma delicada, pero efectiva.