Con el ritmo de vida que llevamos hoy día, no es raro encontrar a personas que no se ha iniciado todavía en el mundo de los cuidados cosméticos y no conocen la importancia del cuidado de la piel.
Estudios, trabajo, responsabilidades familiares o económicas, todo junto hace que tú misma hayas quedado en un segundo plano. La industria nos ha hecho creer que debemos cuidar el cutis para estar más jóvenes y más guapas, pero lo cierto es que lo que necesitamos es estar sanos y el autocuidado facial y corporal son imprescindibles, principalmente por nuestra salud.
Si eres de los que todavía se dice a sí misma “Yo no necesito cremas» … ¡¡sigue leyendo!!
¿Por qué debería cuidar mi piel?
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, ocupa aproximadamente 2m2 y pesa al rededor de 5 kg. Y aunque a veces no se le dé la notoriedad que se merece, cumple una de las funciones más importantes de nuestro cuerpo. ¡La piel protege a nuestro organismo de los factores externos que nos rodean! Nos protege del frío y del calor, de las bacterias, se repara y se regenera a sí misma, se eriza, pica, duele, suda, sangra, se estira y se enrojece cuando sentimos vergüenza. Tantísimas cosas nos da un órgano al que le solemos prestar menos atención de la que merece.
Todavía hay muchas personas que piensan que cuidar la piel solo sirve para evitar arrugas y parecer más joven. Nada más lejos de la realidad, cuidar nuestra piel debe ser una prioridad por nuestra salud. Este órgano es tan maravilloso y autosuficiente y nos pide tan poco que nos olvidamos de él y creemos que no necesita tanta atención, pero el estado de nuestra piel es un claro reflejo de nuestra salud exterior e interior.
Entonces, ¿por qué cuidar mi piel? Por SALUD. No podemos permitirnos el lujo de no limpiar, hidratar y proteger nuestra piel. Es la única manera de ayudar a que siga cumpliendo todas sus funciones tan eficientemente como siempre. Es la forma que tenemos de evitar enfermedades tan típicas y molestas como los eccemas, el acné, la urticaria e incluso el cáncer de piel o melanomas.
¿Cómo cuidar nuestra piel?
Lucir una piel SANA requiere de cuidados diarios. Si te acostumbras a realizar estos pequeños hábitos, notarás como tu piel te lo agradece.
- Utiliza cosméticos no agresivos: apuesta por cosméticos que respeten y cuiden tu piel, con el menor porcentaje de ingredientes químicos. Si utilizas productos demasiado fuertes, la piel puede volverse extremadamente seca y causar molestias. Por ello, la cosmética ecológica certificada es la mejor de las opciones, ya que no produce ningún tipo de efecto secundario en la piel.
- Limpia tu piel diariamente. No son solo los puntos negros o la deshidratación lo que vas a evitar con la limpieza, una piel limpia es la mejor manera de mantener un cutis saludable y libre de infecciones. Es imprescindible eliminar la suciedad y polvo del ambiente que se enquista en nuestros poros y los tapona. Te aconsejamos comenzar con el set de higiene facial. Elige uno de nuestros Jabones Artesanales Ecológicos y la Esponja Natural de Konjac para mantener una piel purificada, sana y luminosa. La combinación perfecta para limpiar la piel y al mismo tiempo conseguir una exfoliación suave y eficaz que elimina las células muertas acumuladas durante el día. Ideal para todo tipo de pieles.
- Nutre e hidrata. Será más difícil que tu piel sufra y también se recuperará más fácilmente si le alimentas de vitaminas y ácidos grasos esenciales. En Taller Madreselva puedes encontrar tres líneas faciales para cada tipo de piel. Si no sabes cual es la perfecta para ti, ¡Preguntanos! Te ayudaremos en todo el proceso.
En resumen…
Puede que tengas la gran suerte de tener una genética maravillosa y que pienses que no necesitas hacer nada para que siga así, pero como decían nuestras madres y abuelas “cuando uno es joven piensa que va a ser joven para siempre y la piel tiene memoria”.
Por lo tanto, aunque ahora creas que tu piel está perfectamente debes cuidarla para que siga así. Ojalá te hayamos convencido de que cuidar tu piel es cuidar tu salud.